Después de una suculenta comida es tan habitual el rito del café o infusión donde podemos elegir entre cientos de tipos, preparaciones y combinaciones o esa copita de licor tanto dulce como seco.

Sin embargo, el vino que escogemos para nuestra receta especial ¿nos quedamos con la tópica respuesta de blanco para pescado, tinto para carne, o profundizamos un poco más?

Acertar un vino comienza por intentar imaginar la combinación de sensaciones de lo que vamos a comer con el recuerdo que tengamos de las sensaciones del vino, en caso de haberlo probado, de lo contrario podemos basarnos en lo que nos cuentan del mismo o lo mejor y más recomendable, probarlo y por su puesto experimentar.

En Wikipedia encontramos, literalmente que, la máxima del maridaje es crear sensaciones nuevas, tanto en la degustación del vino como en la comida con la que lo acompañamos. Hay quien prefiere armonía o acorde en vez de maridaje. La cuestión está servida y queda reflejada en conseguir que armonice nuestra comida con la bebida o bien todo lo contrario que sean dos extremos que por contraste nos produzcan sensaciones especiales y agradables:

Como hoy hablamos de tintos os damos tres ideas generales y fáciles de poner en práctica en el mundo del maridaje.

Empezamos con los tintos jóvenes,  de expresión frutal y tanino suave, como el Gorú Organic, Monastrell ecológico de Jumilla. Su suavidad y agradables notas primarias de la fruta lo hacen ideal para acompañar platos ligeros y no muy especiados y complejos, como unas legumbres cocidas ligeras, carnes blancas con salsas suaves e incluso algún pescado graso soportara perfectamente la suavidad del vino joven.

Pasamos a vinos con más crianza, lo que los hace más complejos y con tanino más marcado y secante por su paso por barrica. Este tanino nos ayuda con las comidas mas grasas. Un ejemplo,  De Bardos Arts Romántica, de Ribera del Duero, un vino con 12 meses de barrica, que para armonizar debemos pensar ya en comidas más complejas y especiadas, como un buen guiso de ternera, potajes, lentejas, y como no un buen entrecot  y quesos semi-curados y curados no muy viejos.

Por último un vino con larga crianza de Rioja,  Hacienda Lopez de Haro reserva, vino con aromas más terciarios y especiados por su largo paso de más de dos años por barrica. Estos vinos son perfectos para disfrutar con asados o guisos con carne de caza, jabalí, ciervo… y como no quesos curados viejos,  y embutidos ibéricos de calidad.

En fin hay que tener en cuenta que lo mas importante en este mundo de la armonía y el maridaje es experimentar lo que lo hace tan apasiónate, intrigante y emocionante. Comparte con nosotros tus experiencias.