Tendavins nos acerca en febrero unas exquisitas marcas, selectas, auténticas, innovadoras y modernas de prestigiosas bodegas nacionales.

También puedes adquirir de forma individual los vinos, con el 15% de descuento sobre su precio habitual

Altos del Enebro es para muchos uno de los proyectos con más personalidad y autenticidad de la Ribera del Duero. Desde que Rodrigo González adquiriera un pequeño viñedo en la Horra (Burgos) ha ido creciendo hasta que descubrió el entorno idílico donde se asienta la pequeña bodega “Boutique” en el término de Pardilla.  Viñedos a casi 1000 metros de altura con suelos pedregosos muy complejos y muy diferentes del resto de Ribera del Duero. Este su Altos del Enebro es el buque insignia de la bodega y el que coge su nombre. Al mismo tiempo el 2017 ha sido un giro importante en cuanto a su composición, seleccionando el viñedo de más altitud y edad entre todo su viñedo propio. De gran expresión varietal, franco, complejo, expresivo y con una boca sedosa y larguísimo final.

Para los que lleváis años con nosotros quizás os suene. Hace ahora 4 años y 4 meses que el crianza 2014 formó parte de nuestra selección con un gran éxito. Queremos que probéis la evolución de una bodega que, aunque supera el siglo de historia, en estos últimos años ha estrenado instalaciones y proyectos innovadores en el campo para conseguir la Tempranillo más concentrada y fina a la vez. Su doble crianza en roble francés y americano al 50% le da la complejidad aromática y la finura en boca, su justo momento de vendimia, con 13ª le da la elegancia y la frescura, aunque con toques de confitura típicos de la madurez. En fin, un vino para comentar y disfrutar mientras bebemos.

En el corazón del Somontano en Barbastro provincia de Huesca se ubica la Bodega y los viñedos de Sommos. Una apuesta innovadora y atrevida considerada en 2015 la segunda bodega más moderna del mundo. Con la base del clima atlántico y los suelos pobres se elaboran sus vinos con pequeñas uvas de gran concentración que expresan a la perfección su procedencia. Este Glárima Roble, hermano mayor de la gama se elabora con la expresiva Cabernet Sauvignon y la intensa Merlot a partes iguales. La fermentación malo-láctica en depósitos de hormigón y la crianza con sus lías durante 4 meses con continuos “battonage” hacen que el vino sea completo, con gran expresión frutal y complejidad aromática y un tanino sedoso y redondo que nos llena la boca y nos deja un agradable recuerdo.